Bienvenidos a Fábulas Y Leyes

Reflexiones y cortos Literarios y Jurídicos. Por Antonio J. Lora

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viernes, 12 de julio de 2013

Fábula: Razón de Vida

RAZÓN DE VIDA.

Atisbos de una mirada sincera
Eco de un sentir excéntrico, bagual e indómito
al tiempo que embalse de aguas placenteras

Notas suaves de una melodía prohibida y hechicera
Vendaval de exaltación  y pujanza
Espíritu de mi sentir, del amor, cabecera

Sentimiento limpio, sincero... puro
Y esos ojos...
de amanecer, de mar, de gotas de rocío

Ribeteos  perfecto de una nariz de pomelo
bajo un cuelgado de sonrisa perfecta
con labios de carmín, y sabor a caramelo

Cuerpo de mujer, alma juguetona,  de apenas una niña
pero con experiencia, y templanza de guerras y  batallas miles
Siempre a salvo, superviviente, como árbol sabio y legendario que guarda la campiña

Amante sincera, de hielo y de fuego
Bálsamo de mi alma
y mecha incandescente de mi desenfreno

Ella, discreta luz que alumbra mi camino
bajo el farol áureo de un corazón ladino

Ella sentir de mi sentir
Ella, razón de mi existir
Así es Ella, sin la que no quiero, sin la que no puedo,
                                                                                        AHORA, SIEMPRE Y PARA SIEMPRE,
                                                                                                                
                                                                                                                ... Vivir.


AJLT. 12.07.13

jueves, 4 de julio de 2013

Las clausulas suelo.

La Sentencia 241/2013 de la Sala Primera del Tribunal Supremo, con fecha 9 de Mayo de 2013 ha declarado la nulidad de las llamadas Clausulas suelo, por considerarlas abusivas. Durante los delusorios y esplendorosos años del Boom Inmobiliario, los bancos, sin prever que serían los principales causantes de una de las mayores crisis económica de nuestro país, incluyeron estas “clausulas” en sus negocios hipotecarios, a penas una par de palabras enmascaradas dentro de las numerosas páginas del contrato de préstamo, en base a la cual la entidad se aseguraba un tipo de interés mínimo, aunque el consumidor “solicitó y quería” un préstamo hipotecario a tipo  de interés variable, y así se pactó en la hipoteca. Las mencionadas cláusulas llamadas “suelo hipotecario” se incluyeron cuando los tipos de interés estaban en fase alcista, y establecían un tipo de interés mínimo que se pagaría en dicho crédito. Puesto que cuando se contrataba el tipo era superior al mínimo, la cláusula pasaba desapercibida o no era objeto de una información suficiente, de modo que el usuario no descubría la existencia de dicho “suelo” hasta que los tipos no se fijaban en un porcentaje inferior al mismo. Ahora es ese momento, una situación de crisis histórica, donde la cláusula suelo es una estipulación demoledora, ilegal y abusiva, que socava los cimientos de las economías más modestas, aquellas que han sido las más afectadas por la crisis, por el paro, que se han endeudado de por vida con hipotecas para poder adquirir, a unos precios desorbitados, un bien de primera necesidad como es la vivienda. En definitiva, por mucho que el Euribor baje el interés que pagamos no podrá ser inferior a un cuatro o cinco por ciento. Aunque dicha lesividad y abusividad tiene remedio: se llama Justicia; y la Sentencia del TS, es precedente de que hay luz al final del camino, mayor fuerza que sus antecesores (T.J.E de 27/06/00), se abre la veda. Hablen con sus Abogados, aquí tienen uno.