FÁBULA. ALMAS

Almas…

Un pensamiento; una idea... un sentimiento... 

Un hilo invisible que me une, que me llama, que me comunica constante, gritando de manera silenciosa; evocando en el lugar donde mas volumen tienen los sonidos, aquel de donde embulle la sangre.

Esa alma...

Alma soñadora... bravura de un mar calmado; alma cautelosa, sin querer ser dañada.

Alma de poeta, alma de inquietud, alma de quietud; alma familiar... alma  de guardiana.

Sonrisa dormida con disimulo; alma que me mira como nadie mira, que miro como a nadie miro...

Esa alma...

Esas almas...

Almas puras y a la vez prohibidas... melodía serena, voces dormidas...

Ese hilo invisible que me une, que me llama, que me comunica constante, gritando de manera silenciosa; evocando en el lugar donde mas volumen tienen los sonidos.

Esas almas...

FÁBULA. TIERRA OSCURA. Por Victor García Liétor

TIERRA OSCURA

El recuerdo dormido del instinto

Con que buscamos sin más las respuestas,

Sin dudar es tristemente oscuro.

Como siguen las dudas peligrosas.

Como vemos lucir la violencia, 

Y sentir el cerrar de éstas.

Dormida la tristeza queda en un relato

y la vida deja de latir mientras duerme,

y escapa al cielo con un ave que huye.

Amor roto, llantos lúgubres que laten.

Odio visceral en un pecho rojizo.

Rugir de metal ligero o pesado que mata.

Gritos en la noche, oscuros ojos vítreos.

Galopamiento que se apagan y otros que olvidan.

Desvía las miradas indiferentes que dan la vuelta.

                                               Para mirar otra realidad.

Desierto y sangre en una ciudad triste.

Titilar de corazones y odios que almacenan

Las pesadillas forjadas por las sogas,

Ésas que ataron el devenir de mis hermanos.

Fabula: El miedo.

Hablemos del miedo...

¿Qué es el miedo? Desde una manera objetiva, podría decir que el miedo simplemente es la sensación de inseguridad ante un menoscabo en la vida de una persona o algo que causa empatía. Es un acto reflejo que deviene directamente del sentido de supervivencia.

Y hoy te tengo ante mi, una vez mas; en forma de miedo a un folio en blanco, un folio en el que poder esculpir una parte de mi alma, tatuada a través de letras; miedo a que un pedazo de mi alma esgrima y cicatrizada llegue a ti, lector, y cumplir con el sino de todo escritor, de todo comunicador.

Hacia tiempo que no escribía, quizás demasiado. Cuando hablo de escribir no me refiero a los tantísimos y casi a diarios artículos jurídicos, técnicos o científicos; para eso solo hace falta conocimiento, dedicación y experiencia; pero para esculpir... para llegar a cada alma, para hacer sentir, para hacer soñar... hay que entregar algo a cambio, hay que entregar un corazón; hay que entregar pasión, hay que entregar deseos, inquietudes, sueños, temores... y hay que superar el miedo...

Y hoy te tengo de nuevo ante mi, Miedo, abocado a ser vencido; ya que si eres instinto de supervivencia... necesito soñar, necesito comunicar, necesito escribir para sobrevivir: ese instinto de supervivencia me hará vencerte.

Allá vamos 2018. He vuelto.