Vientos de Levante

Complejidad de una mente inquieta, 

azotada por el juego eterno de un viento que aprieta.

Levante… latigazo lento que se vuelve tormenta, terco, tenaz… que susurra secretos, seduce… y, si no, los inventa.

Atardeceres convulsos, donde el cielo se desgarra, y el rojo se rinde ante la furia que arrastra.

Brisas implacables que hieren, que arrebatan,que arrancan la calma, que el horizonte parten… y aplastan.

Mas… en el último aliento, cuando el sol se aferra, y la noche, sigilosa, despliega su velo de guerra, 

la mente se erige, la bruma destierra… y con voz que retumba, que rompe, que persiste:

¡Aquí sigo, intacto, de pie… mi alma indomable existe!

Andalucía, por Francisco Lora Becerril (Mi Padre)

Tengo un sentimiento blanco que son los pueblos de Cádiz

Con lo blanco de su cal y las sales de sus mares

Tiene Huelva en sus playa y en sierra luces de atardeceres, que solo son mejorables, por los productos, que ofrece, que son exquisitos manjares

Y que me dices del Rocío, que a todo el mundo, proclama, que la Blanca Paloma, a los rocieros llama 

Y que decir de Almería, si queréis ver mar , limpio como como las patenas, solo lo compraremos con el alma de sus gentes, extremadamente buenas

Granada, hermosa blanca de sierra nevada, verde del generalife espectacular su Alhambra y de sus gentes que me dices, 

Corazón acogedor amigos del visitante, los llevarás siempre en el alma, con eso tengo bastante

Y Málaga, que ciudad más rebonita, con sus playas con sus tronos, con limón en la boquita, y en la mano los espetos, y sus preciosa mujeres son del pastel la guinda

Que voy a decir de Córdoba, Córdoba que me fascina, su judería, su  mezquita , con puente de su arcángel que el Guadalquivir salpica

Jaén, trabajadora y minera, con océanos de olivos, el oro verde, tenemos, si de allí tienes algún amigo

Y dejo para el final, lo que puede, señores, es mi ciudad que es Sevilla

La tierra de mis mayores, sí, tenemos la Giralda, catedral, Torre del oro ,tenemos la Maestranza, la mejor plaza de toros, también la plaza de España, si no te gustan los toros, el alcázar, sus iglesias y un corazón dividido, en tres Sevilla y Triana, separado por el río

Y su semana Santa tiene el corazón encogido, cuando recorren sus calles los pasos más escogidos, por los artistas de antaño que de sus manos han salido

El silencio, en madrugá esperanza de Triana y Macarena, con el señor de Sevilla que emociona y da pena,

Que este saltan las lágrimas cuando sus pasos rachean los costaleros llevándote, en tu barrio o la Alameda

Y después de la gran semana viene la otra de fiesta, feria de abril de Sevilla, que la alegría, ya va puesta

Muchas cosas se me olvidan de todas nuestras ciudades, no es por falta de memoria, es que lágrimas me caen

Diciendo que como Andalucía, mejor en el mundo no hay

Y si quieres algun amigo, que de verdad, te quiera, vente para Andalucía y de aquí, no te muevas

Universo

Él soñaba con el mar, los ríos y la marea, aunque nunca había navegado. Creía en el susurro de las olas, y en el infinito de sus historias. Su mundo interior era vasto, pero lo mantenía contenido, como un océano bajo el hielo.

Ella soñaba con aire; sin rumbo como viento en la piel, como danza de hojas con la corriente. Soñaba con volar sobre lejanos horizontes y lugares por descubrir.

Ambos eran custodios de su verdadero ser, que dormitaba en las profundidades del alma, tan visible como escondido; expuesto a una mirada diferente.

Se encontraron por casualidad, encontrando el refugio perfecto de dos mentes inquietas, en el ulular del viento sobre el mar. Ninguno esperaba encontrarse; La conversación fue fácil, sencilla, sincera… extrañamente familiar. Él le contó sus sueños, ella le mostró sus alas. Ella aprendió a escuchar las historias del agua, él se atrevió a correr con el viento.

No se prometieron nada, no hacía falta; el nexo, el agua y el viento se mezcló, con sinonimia perfecta en lo más profundo de su ser; con chispa; con significado; con pensamiento. Y así nació el universo.