Adiós y Gracias 2.014.
Muchos me habéis dicho que hace
mucho tiempo que no publico nada, y allá voy, a enfrentarme, una vez más, al
duro adversario que siempre supone el folio en blanco, aunque de nuevo tenga
forma digital; a ver como sale, a priori tengo un par de buenas armas: un
corazón pasionario y un cerebro sumamente inquieto.
Fue uno de los más grandes
sevillanos, el más joven de aquella generación de inmortales del 98, mi tocayo,
Antonio, quien recitó, quizás a la sombra de un limonero en las Dueñas, aquello
de… “Caminante,
son tus huellas, el
camino y nada más; Caminante, no
hay camino, se hace camino al
andar. Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino, sino estelas en la mar”.
“Caminante
no hay camino...”. No existen caminos ni sendas más que la que marcamos con
cada paso, con cada devenir; a menudo, tendemos a seguir huellas que no son mas
que tibias marcas en la arena, que el mar del tiempo se encargó de borrar con
la marea. Aprendí en mi corta experiencia, y ya lo advertía Antonio, y no sólo Machado,
también Dewey, Gadamer, Shakespeare e incluso Aristóteles, como uno de los padres
célebres, sin ser el primero, del empirismo, que cada camino se hace caminando,
que las ideas no son más que eso, ideas; que somos nosotros individualmente quienes
jugamos en el tablero dispuesto por el destino, pero cuyo movimiento de piezas nos
corresponde a cada cual;... pasos erróneos pasos correctos, pero pasos; pasos que
hagan sonreír, o al menos sentir que hemos pisado a nuestra manera, y que
nuestra huella sea tan fuerte que otros quieran dejar la suya cerca; cerca de aquella
marca que un buen día dejamos en la arena de la existencia, y que pese a que el
mar intentó e intentará borrar su sello sea tan profundo que siga caliente, que
siga latente, inmortal.
Quiero aprovechar para expresar y
reflexionar, durante estas fechas emotivas, cuyos días del calendario están
tildados de buenos deseos y sentimientos de positividad, no nos queda otra, y a
las puertas de un nuevo año, sobre la realidad de lo que somos; ¿Qué somos? Amig@s
míos, somos Seres Humanos; somos Personas; Personas con nuestra heredada naturaleza
irregular e impredecible, un auténtico regalo; con un recorrido vital lleno de
triunfos, de errores, de horizontalidad y de verticalidad; un recorrido lleno
de comportamientos vitales, todos, y cada uno de ellos, convertidos en cómplices
y causantes de lo que somos; nos han ayudado a forjar nuestro sino, esos
triunfos y errores, a veces propios e inherentes, otros ajenos, que han hecho
mella en nosotros, enseñándonos a ser quien somos, a pulir nuestra integridad, a
sentir lo que sentimos, a marcar los pasos hacia un camino, nuestro camino. Jamás
deberíamos pensar en que nos hemos equivocado de senda y hemos errado en la
dirección, un pensamiento muy común; recordar que el camino lo hacemos
nosotros, y no tiene porque ser recto ni directo, está lleno de oscilaciones,
atajos, y cuestas… disfrutemos del paisaje.
La perfección no existe, y si existiera,
creedme, nadie la querría. En primer lugar, pensarlo, ¿no sería un mundo sumamente
monótono y aburrido? Y sin olvidar que el perfeccionismo en exceso o
radicalizado, como todo en esta vida, puede ser considerado psicológicamente
patológico; y en segundo lugar, partiendo de que el propio concepto de
perfección emana, ebulle y no está exento de subjetividad, tanto en su esencia
como en su presencia.
¿Qué es lo perfecto? Lo que para una
persona puede ser perfecto, o se tiene creencia de ello, una creencia que,
en cualquier caso, puede ser errónea, pues dicha experiencia se basa en empirismos
y factos pasados y presentes, sin que pueda predecirse o preconocer con
exactitud una experiencia futurible, para otra persona no tiene por qué serlo;
y el cliché, a veces, dependerá del ámbito social e incluso locativo en
el que nos movamos; así los valores de perfección serán diferentes, o no,
entre un positivista y un naturalista, entre creacionistas y
evolucionistas, o incluso entre capitalistas y marxistas; del mismo modo en que
difieren, o no, los ideales entre un hombre (o mujer) rico y un hombre (o
mujer) pobre, entre el humilde y el egocéntrico; el poeta y el ingeniero,
pese a ser ambos creadores, el soñador y el realista, el religioso y el
ateo, pese a ser ambos pensadores.
La respuesta que más se acerca, en
mi modesta opinión, es la de: “es perfecto/a para mí”, la perfección de y para
uno mismo. Estoy totalmente de acuerdo con esa afirmación, pero partiendo de
una base, la perfección comienza con la aceptación de la imperfección.
Nadie es perfecto, amigos y
amigas míos/as. Yo he cometido errores, y muchos; los cometo casi a diario, en
ocasiones varios por minuto; pero igual que he fallado, también he
acertado, pero lo realmente importante, es el resultado generalista: He vivido,
estoy viviendo; todos esos errores y todos esos aciertos me han hecho ser lo
que soy; los buenos momentos y los malos son los que a mí, y a todos, nos han
forjado: nuestro camino; nuestro andar.
Y así somos, Seres Humanos, cada uno
con nuestras manías insoportables, benditas y únicas; aceptémonos a nuestra, y
con nuestras maneras; estamos vivos, podemos gritarlo; estamos vivos,
estamos aquí, fraguando nuestro momento; viviendo nuestra oportunidad,
protagonistas titulares, a veces, de nuestra propia historia única e
irrepetible.
Quiero desearos a todos un feliz
2015; no se vosotros, pero tengo unas ganitas de que se vaya ya este
2.014...
Agradecer a cada uno de los que me
habéis aportado vuestro particular granito de arena, los que me habéis dado
vuestro cariño, vuestro amor, a veces sin que lo mereciera, sobre todo y
sin haber recibido de mí el suficiente y merecido; gracias por vuestra amistad;
gracias por cada sonrisa, cada abrazo sincero, cada consejo, cada ganas de mi;
cada buen momento de este 2014, con esos me quedo, con lo positivo; esos
momentos para mi perfectos; esos con mi familia, esos en los que los
cinco hemos permanecido juntos y unidos, aunque no estemos todos ahora (lo
estamos en mi corazón); esos momentos en valencia, con tantos sueños
e ilusiones, esas mañanas, tardes y noches mágicas donde conseguíais que
lo único preocupante fuese el paso del tiempo; esas risas y jornadas
deportivas haciendo el ganso con mis compis del “Campo del Huevo”; el siempre
estar ahí del resto de mi familia; mis primas y primos por cada comentario en Facebook,
siempre lleno de cariño y ternura, mis tíos…; momentos únicos contigo
grandullón, mi mejor amigo, mi hermano.
Gracias 2.014 por haberme dejado
conocer al socio perfecto, y tener la suerte de decir que es aun mejor amigo
que socio.
Gracias 2.014 por esas conversaciones
interesantes, las existenciales las mejores!! Esas miradas de complicidad,
esos atardeceres, esos amaneceres y las siestas; ese Sol amistoso y esas
gotas de lluvia; gracias por cada susurro, cada canción, cada vello erizado,
cada beso del viento. Gracias por el conocimiento, por el orgullo y la
fascinación, por aquella Feria y Semana Santa tan increíbles, bonitas y
especiales, como diferentes; por cada fotografía haciendo el tonto, por el
esfuerzo, la constancia y las ganas de tirar para adelante, tanto en los momentos buenos como en los malos; por el
regalo de una madre única, mi luchadora, mi orgullo y amiga; por haber compartido
tanto con mis hermanos, y jactarme de las grandes personas que son y serán, y
del camino que están forjando en excelente compañía.
Gracias 2014, con eso me quedo de
ti; con mis momentos mágicos, mis momentos perfectos, sin olvidar los menos
buenos, y los malos y horribles, pues ellos me han hecho lo que soy hoy; mejor
o peor, pero siempre yo.
Feliz y próspero año 2.015. Espero que
lo pasemos juntos, llenos de sueños, risas y momentos únicos; y los que nos
alejamos un día, volvamos a encontrarnos pronto, para volver a disfrutar
unidos. Hay muchos y muchas a los que os echo y os echaré de menos, y hablemos
o no, os llevo clavados/as muy muy adentro; y a menudo, podéis estar seguros/as
os dejo salir en forma de suspiro.
Os voy a regalar, por último, unas frases
de William Shakespeare; estoy seguro y sin querer sugestionaros en ninguno de
los casos, que os hará afirmar con la cabeza más de una vez. Os quiero.
Siempre me siento feliz, ¿sabes por
qué? Porque no espero nada de nadie; esperar siempre duele. Los problemas no
son eternos, siempre tienen solución, lo único que no se resuelve es la muerte.
No permitas que nadie te insulte, te humille o te baje la autoestima. Los
gritos son el alma de los cobardes, de los que no tienen razón. Siempre
encontraremos gente que te quiere culpar de sus fracasos, y cada quien tiene lo
que se merece. Hay que ser fuertes y levantarse de los tropiezos que nos pone
la vida, para avisarnos que después de un túnel oscuro y lleno de soledad,
vienen cosas muy buenas. "No hay mal que por bien no venga".
Por eso, disfruta la vida que es muy corta, por eso ámala, se feliz y siempre
sonríe. Solo vive intensamente para ti y por ti. Recuerda: Antes de discutir, respira;
antes de hablar, escucha; antes de escribir, piensa; antes de herir, siente;
antes de rendirte, intenta; antes de morir: VIVE. La mejor relación no es
aquella que une a personas perfectas, sino aquella en que cada individuo
aprende a vivir con los defectos de los demás y a admirar sus cualidades. Que
quien no valora lo que tiene, algún día se lamentará por haber perdido y que
quien hace mal algún día recibirá su merecido. Si quieres ser feliz haz feliz a
alguien, si quieres recibir, da un poco de ti, rodéate de buenas personas y sé
una de ellas. Recuerda, a veces de quien menos esperas es quien te hará vivir
buenas experiencias¡. Nunca arruines tu presente por un pasado que no tiene
futuro. Una persona fuerte sabe cómo mantener en orden su vida. Aún con lágrimas
en los ojos, se las arregla para decir con una sonrisa "Estoy bien".
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