TIERRA OSCURA
El recuerdo dormido del instinto
Con que buscamos sin más las respuestas,
Sin dudar es tristemente oscuro.
Como siguen las dudas peligrosas.
Como vemos lucir la violencia,
Y sentir el cerrar de éstas.
Dormida la tristeza queda en un relato
y la vida deja de latir mientras duerme,
y escapa al cielo con un ave que huye.
Amor roto, llantos lúgubres que laten.
Odio visceral en un pecho rojizo.
Rugir de metal ligero o pesado que mata.
Gritos en la noche, oscuros ojos vítreos.
Galopamiento que se apagan y otros que olvidan.
Desvía las miradas indiferentes que dan la vuelta.
Para mirar otra realidad.
Desierto y sangre en una ciudad triste.
Titilar de corazones y odios que almacenan
Las pesadillas forjadas por las sogas,
Ésas que ataron el devenir de mis hermanos.
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